Estamos en plena
temporada, como dice el refrán “Los espárragos de abril, para mí; los de
mayo, para el amo y los de junio, para el burro”.
Otro de los
descubrimientos al venir a trabajar a esta tierra, fue el espárrago de
Fuentesaúco.
He de confesar, que al igual que siempre había oído hablar del
garbanzo de Fuentesaúco, jamás hubiera imaginado que me iba a encontrar esto
aquí.
Por su textura y sabor, los espárragos
de Fuentesaúco gozan de una gran popularidad en la cocina.
Hoy en día,
apenas quedan 20 explotaciones que cultivan 70.000 kilos de los
400.000 que llegó a cultivar en los mejores tiempos. El principal motivo
por el que ha ocurrido esto es la falta de relevo generacional.
La
esparraguera presenta una vida útil en torno a los 10 años, aunque la máxima
producción se obtiene a partir de los 2 años. La plantación se hace
manualmente, utilizándose maquinaria para formar los caballones que recubren el
espárrago.
Los
espárragos verdes y blancos proceden
de la misma planta.
El espárrago
de color blanco se trata del tallo que ha crecido dentro de la tierra y
todavía no ha salido al exterior, es por ello por lo que se cubren con unos
plásticos negros que no dejan pasar la luz. Se convierten en espárragos
verdes cuando han salido a la superficie y han estado expuestos al sol,
adquiriendo la tonalidad verde mediante la fotosíntesis.
Una vez recogidos, los
espárragos se ponen en un cajón y se corta por la base, igualándolos.
- Tiempo de preparación: 30´
- Tiempo de cocción: 20´
- Personas: 3-4
Ingredientes:
- 1 manojo de espárragos blancos (1 kg aprox)
- 15 gr sal
- 5 gr azúcar
- 2 litros de agua
-
Utensilios:
- En primer lugar vamos limpiar y preparar los espárragos.
- Ponemos el agua, la sal y el azúcar en la cazuela y cuando empiece a hervir añadimos los espárragos.
- Dejamos cocer, no a fuego muy alto durante 15-20 minutos, dependerá del grosor.
Cazuela, pelador.
Preparación:
Consejos:
En teoría, se deben de cocer en vertical en una cazuela alta, ayudándonos de un cestillo o simplemente atados con un cordel de cocina y puestos de pie en la cazuela. Yo los cuezo en horizontal y queda perfectamente.
Para saber si ya están cocidos, a partir de los 10 minutos, y empezando por los más finos, los tanteo con un tenedor por el medio como si los fuera a sacar de la cazuela y cuando veo que se dobla por ambos extremos, los saco y pincho con un palo de brocheta. Si veo que por la parte más gruesa entra con facilidad, lo retiro del agua, sino vuelvo a introducir en la cazuela, así con todos sucesivamente.
Comiéndolos tibios, se disfruta más de su sabor.
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