Se enjuagan
bien con agua o se ponen en un escurridor para que se suelte toda la tierra.
Se
coge un espárrago y se pone de pie en una tabla de cortar, con la ayuda de un
pelador se pela hacia el tallo, empezando por debajo de la punta.
Como verás, al final quedan todas
las tiras peladas donde comienza la parte dura del tallo, coge el cuchillo y a
esa altura cortas.
Al clavar el cuchillo para cortar, tienes que ver que no cuesta, que se puede cortar sin hacer fuerza, sino, mueve un poco el cuchillo hacia la izquierda.
Una vez
pelados todos, los ponemos a cocer en una cazuela.
Los verdes
no hacen falta pelarlos, sólo requieren cortar la parte dura del tallo. Coge
con las manos y dobla la parte del tallo, va a cascar solo, así de sencillo.
Se lavan bien
con agua, al igual que los blancos.
Los verdes
normalmente se hacen a la plancha con un poco de aceite de oliva, echándoles un
poco de sal gorda por encima cuando esté casi hechos.
Truco: Si no
quieres estar tanto tiempo a la plancha con ellos, porque estos no son tan
finos como los trigueros, yo lo que hago es meterlos al microondas 3 minutos,
así quedan un poco cocidos y más blanditos, y a continuación ya los pongo a la
plancha con un poco de aceite.