El Restaurante Isidro se encuentra en el corazón de Salamanca, a escasos metros de la Plaza Mayor.
Hacía por lo menos 20 años que no volvía y ese restaurante de toda la vida, de comida tradicional, se ha convertido en un restaurante que combina esa tradición de los platos con la cocina moderna.
Íbamos con personas habituales de este restaurante y nada más llegar nos recibió Alberto, el maître, que nos estuvo saludando y como hacía muy buena noche, nos cambió del comedor interior a la terraza exterior. Cabe destacar desde el primer momento hasta el final, una atención excelente y detallista con todos los clientes por igual que estaban en la terraza, y a mayores engalanando las mesas con pétalos de flores y regalando una a cada mujer a la hora de partir del restaurante.
Mientras saboreábamos un Valdubón Crianza, empezaron a llegar los entrantes, un revuelto de farinato, nueces, miel y pulpo a la gallega....exquisito !!! y unas croquetas variadas.
Una vez "calentado motores", llegaron los platos principales, un chuletón de vacuno mayor de las dehesas charras que compartimos entre dos, rico rico, un bacalao con salsa de la abuela y una dorada a la plancha. Todo riquísimo.
Una botella de sidra ecológica para refrescar y disfrutar con el postre especial de la casa que pedimos para compartir.
Para terminar una estupenda velada, cafés, infusiones y unos excelentes chupitos....
Si estás en la terraza no puedes irte sin echar un vistazo a las estancias interiores del restaurante, o te arrepentirás...
En resumen, estancia sobresaliente, comida matrícula de honor y servicio cum laude.
Aquí podéis ver parte de la carta...
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